Los grandes incendios forestales atizan cada verano a nuestro país. Y lo hacen con una intensidad cada vez mayor. En 2017, por ejemplo, vimos por primera vez en Europa (Portugal) un incendio que quemaba 5 000 hectáreas en tan solo una hora (lo normal era que lo hiciera en varios días) y dejaba un desolador paisaje, con 64 fallecidos.